Hotel Castillo Valdes Salas Salas

Acerca de Hotel Castillo Valdes Salas

Sumérgete en la historia y el lujo del Castillo de Valdés Salas, un exclusivo hotel que te transporta al siglo XVI, ubicado en una encantadora mansión de piedra restaurada, unida a una majestuosa torre. A solo 3 minutos a pie de la pintoresca plaza Príncipe de Asturias y a 45 km de Oviedo, este hotel es el refugio perfecto para quienes buscan un destino donde se combinan la elegancia histórica y la modernidad.

Cada rincón del Castillo de Valdés Salas está impregnado de historia. Las habitaciones, amplias y acogedoras, te envuelven en un ambiente único gracias a sus detalles de época, como los impresionantes arcos de piedra vista y los suelos de madera noble. La decoración, de estilo clásico, está cuidadosamente seleccionada para que te sientas transportado a otro tiempo, sin renunciar a las comodidades del presente. Todas las habitaciones cuentan con televisión de pantalla plana y Wi-Fi gratuito, para que puedas estar siempre conectado, incluso en este paraíso histórico. Además, algunas habitaciones tienen terraza o balcón, ideales para disfrutar de vistas espectaculares y momentos de tranquilidad.

El Castillo de Valdés Salas no solo destaca por su alojamiento, sino también por su gastronomía. El hotel ofrece un desayuno gratuito, preparado con esmero para que comiences el día con energía. Pero lo que realmente deleitará tus sentidos es su restaurante sofisticado, donde podrás degustar platos cuidadosamente elaborados que combinan ingredientes locales con técnicas culinarias innovadoras. El restaurante también cuenta con un bar y una terraza, perfectos para disfrutar de un cóctel o una copa de vino mientras te relajas y contemplas el hermoso entorno.

El hotel ofrece mucho más que una estancia confortable. En su interior, encontrarás un pintoresco patio con una galería de baldosas tradicionales que invitan a pasear y relajarse en un ambiente tranquilo. Además, podrás disfrutar de momentos íntimos en su acogedor salón con chimenea, ideal para las tardes de otoño o invierno, donde el calor de las llamas te proporcionará el máximo confort.